Todas las empresas deberían tener una página web. Hasta ahí, la cosa está clara. Pero ¿vale cualquiera? Los clientes se sienten más atraídos cuando esa página responde a sus expectativas respecto a usabilidad y presentación. Y qué decir cuando hablamos de un negocio basado en Internet, como es una tienda online. Aquí cobra aún más importancia el diseño web responsive.
El diseño de la página web de tu empresa debe estar adaptado a la identidad corporativa o marca personal , ya que es el primer escaparate que verán tus clientes. Igual que se juzgan los libros por su portada, lo mismo ocurre con las webs: una empresa no generará confianza si el diseño de su web no es atractivo y permite a los usuarios encontrar la información que están buscando a la primera. Es más, el 68% de los usuarios desconfían de las tiendas online que no tienen un diseño cuidado, según ConsumersUnion. El aspecto y la funcionalidad del sitio son dos pilares del éxito de una página web o de una tienda virtual (la tercera pata sería el contenido), precisamente son las dos materias en las que trabaja el diseño web.
Tenemos que pensar que un usuario que llega de nuevas a nuestra web probablemente aún no nos conozca, ni sepa qué servicios o productos ofrecemos: en la página debemos contárselo y convencerlo, a través de fotos, vídeos o textos.
Otro de los aspectos a cuidar es que la web sea vea correctamente en todos los tamaños de pantalla: cada vez más personas utilizan smartphones y tabletas para navegar por Internet, y no todos los diseños se ven adecuadamente.
Tal vez tengas claro cómo quieres que sea la página de tu empresa, pero ten en cuenta que un profesional del diseño te podrá asesorar mejor, no solo para agradar a quienes lleguen a tu página, sino para posicionarte por delante de tu competencia. ¿Por qué no cuidar ese aspecto también?
